sábado, 29 de octubre de 2011

El virus del fútbol

Me indigna ver la evolución del deporte en el mundo y en concreto en nuestro país. Es increíble que lo único que permite a las personas convivir y realizarse de una manera completa y eficaz este tan poco valorado.
Deberíamos coger un frisbee o una bicicleta y transformarnos en seres capaces de cualquier cosa, incluso de ser decentes por un rato, eso es el deporte. El deporte es superarse y ayudar a que los demás se superen contigo, es competir, pero respetándonos, es ganar, pero sabiendo que otras veces perdiste. En resumen debería ser algo genial (y para algunos aún lo es). Pero hay un gran virus que por desgracia, como todo lo malo, se expande mucho más rápido que el respeto y el juego limpio. Ese virus tiene un nombre; Fútbol.
En España este deporte se ha ido convirtiendo poco a poco en un negocio, y además se ha convertido en la herramienta perfecta para las personas que no practican deporte y se sienten integrados en él solo por seguir a otros por la tele. Ha sido desde hace años el entretenimiento de ese padre de familia "tonto de cojones" que está deseando llegar de trabajar para sentarse en su sillón con una cerveza en la mano, y poder gritarle a un televisor mientras unos jóvenes millonarios sudan a miles de kilómetros de él.
Hasta ahí soy tolerante, entiendo que las personas que no tienen dos dedos de frente necesiten eso para ser felices, incluso entiendo que esos auténticos imbeciles insulten o tiren piedras a un autobús del equipo contrario.
Todo eso me da pena, por supuesto, pero no se les puede pedir más.
El problema realmente es que la gente se contagia fácilmente, y esos "padres" que son imbéciles, tienen aparato reproductor (un pequeño fallo de Dios dejar una herramienta tan potente en manos de cualquiera), y por tanto, tienen la posibilidad de engendrar pequeños bichitos que corretean. Y que con 13 años llevaran ya 10 jugando a un solo deporte (aberración desde mi punto de vista). Y además ese deporte será el fútbol, y por si fuera poco, tendrán ideas equivocadas sobre como tienen que comportarse en un campo.
Con lo que llegamos a la deducción de todo esto. Los padres tontos, tienen hijos y les traspasan sus pensamientos tontos, esos hijos o acaban jugando al fútbol, o con suerte practican otros deportes pero con los mismos pensamientos. Eso hace que los demás deportes se contaminen con las actitudes del fútbol y su afición poco inteligente. Y terminamos en la situación que estamos.
Todos los deportes contagiados por el virus hacen del deporte un maldito campo de batalla, donde un chaval adolescente no es capaz de comprender que antes de ser deportistas, somos personas. Pero no me extraña nada, porque ya poca gente consigue llegar a ser persona.
El deporte y la violencia no pueden estar tan cerca, porque lo primero pertenece al cielo y lo segundo es completamente terrenal....

domingo, 23 de octubre de 2011

¿Odio el mundo?

Después de pensar mucho en esa pregunta, creo que no. Yo me sorprendo de cosas, disfruto con cosas del mundo, me entretengo con ellas. Sin embargo, el mundo no pone de su parte, no me facilita las cosas, ni me "necesita" (o eso cree). Por eso hoy estoy decidido, no soy yo el que odia el mundo, es el mundo quien me odia a mi.
Parece raro, pero es así. Si no, ¿por que nunca me ha dejado vivir? Siempre me exige que sobreviva. ¿O por que no se detiene un momento a esperarme cuando voy más despacio? Siempre quiere que le siga. ¿O por que cuando necesito que corra, sigue a su ritmo? Siempre se niega a seguirme...
Creo que todo es por lo mismo, él me odia y procura que yo no consiga lo que quiero, lo que persigo es para él una amenaza y se que me siente, igual que nuestro cuerpo nota un virus, o una célula cancerígena por muy pequeña e insignificante que sea.
La importancia de las cosas no reside en su fisiología, sino en su efecto. Un pequeño tumor puede acabar con todo un sistema. Yo soy ese tumor, y el mundo no puede acabar conmigo de ninguna manera. Una cosa debe tener clara, extirparme será sencillo, pero destruirme es imposible.

Odysx

viernes, 21 de octubre de 2011

¿Mejorar?

Bonita idea, esa de mejorar las cosas. A veces pienso que de verdad la gente se cree eso de que las cosas pueden arreglarse. ¿De verdad? ¿Alguien se ha parado a pensar en eso un minuto?
Somos 7.000 millones de personas sobre La Tierra. Y eso, sin ser muy bueno en mates, significa que somos unas 7.000 millones de cabecitas con sus preocupaciones, sus pensamientos y sus ideas (comunmente equivocadas). Y lo gracioso de estás cifras es que pretendemos alcanzar la globalidad, pero huimos del compromiso, de la sostenibilidad, del respeto y sobre todo de la inteligencia. No queremos compartir con el mundo nada, no pretendemos ayudar a los demás, solo nos importa nuestra "vida" (si se le puede llamar así).
Mientras todos tenemos coches y dinero para llenarles el deposito, y tenemos casas con muebles y podemos llenar nuestros frigoríficos, y además tenemos 4 € para un paquete de tabaco o un cubata (en un sitio barato)... Nadie se da cuenta de nada, ni necesita a nadie, ni tampoco puede ayudar a nadie.
Pero cuando dejamos de tener toda esa mentira que en realidad nunca tuvimos, porque solo era un espejismo al que todos se unieron rápidamente, pensando que hasta el niño que vende limonada en la puerta de su casa podía permitirse un BMW, un MAC y una secretaria que le llevase las cuentas... Ahí es donde vienen los problemas.
España y su mentalidad de hacer poco o menos y conseguir mucho o más. Su idea de que si el vecino tiene un corta césped, debes comprar uno igual o mejor que el suyo. Si tiene una mierda, tu también debes tener esa mierda. Esa mentalidad tan pobre que convierte a las personas en gente, porque pierden todo lo que las diferencia, únicamente por unirse a lo que la sociedad dice que se lleva.
Entiendo que con 18 años (o menos desgraciadamente), un chaval se deje llevar por el grupo y fume para poder ser tomado enserio, o acabe borracho perdido solo por demostrar que es mejor que los demás. Bueno... En realidad tampoco lo entiendo, pero es por enfatizar lo mal que está que con 30, 40 o 50 años sigáis siendo imbéciles. De verdad que es una pena ver que eso no es cosa de la edad. Estaría bien soportarlo hasta que se cumplen los 25, o los 30 y luego todo el mundo cuerdo e inteligente. Pero eso sería demasiado para una raza como la nuestra.
Por tanto solo puedo sacar en claro que sois imbéciles, y que entonces, muy posiblemente yo también lo sea. Pero admito que haciendo un calculo razonable, si yo soy imbécil, soy de los menos imbéciles dentro de esos 7.000 millones de imbéciles, y puedo demostrarlo...

Odysx

miércoles, 19 de octubre de 2011

La inspiración

Es interesante aquello que decía Picasso. Porque es cierto que lo mejor sería que la inspiración te llegase cuando estás "trabajando". Por eso es bueno pintar por pintar, escribir por escribir, diseñar por diseñar, programar por programar... Lo que sea. Pero es mejor no esperar a tener la inspiración para hacerlo.
Imagina que estás en un parque cuando te llega esa "inspiración" y eres escritor (por hablar de lo que conozco). No vas a poder aprovecharla de la misma manera que si te llega ahora, mientras escribes esto.
Esa es la razón por la que creo que Picasso acertó diciendo que la inspiración llega trabajando. En realidad no comparto la idea de que únicamente llegue mientras trabajas, pero evidentemente solo puedes dejarla reflejada en tus trabajos si estás haciendolos cuando "ella" aparece.
Simple deducción que casualmente me llegó mientras trabajaba hace algún tiempo. Y como la he leído por uno de mis cuadernos perdidos, he decidido reescribir sobre este fenómeno que a menudo nos deja cosas tan increíbles como un cuadro, una estrofa o una escultura.

Odysx

lunes, 17 de octubre de 2011

El Sol y la Luna

Estoy aquí asomado a la ventana con tristeza por algo que me han pedido y que no se si puedo conseguir. Han tocado a mi ventana, cosa preocupante cuando es tan tarde y vives en el último piso de un edificio, pero yo soy positivo, se que las mejores cosas pasan cuando nadie mira. Así que he salido a ver quien era, y me he llevado una sorpresa. Era ella, yo la conocía desde hace mucho tiempo, la veo todas las noches pero la verdad es que no suelo hacerle mucho caso. Es lógico, porque se que mañana volverá, la miré yo o no. Ella siempre vuelve.
Y a menudo pensamos que porque algo este ahí siempre y parezca que nunca dejará de estar, podemos menospreciarlo.
Nos pasa todos los días, vemos gente en la tele, en revistas, en periódicos y nos sorprendemos de sus habilidades, de sus actos y sus proezas. Sin embargo, si nos dicen que el vecino ha descubierto la manera perfecta de ahorrar energía y permitir la sostenibilidad del planeta, miramos a otro lado. Eso en el mejor de los casos, porque lo más normal es primero decir que eso es imposible, que es un idiota por pensar que es capaz de haber logrado algo así o incluso podemos llegar a decir la típica frase de "si es verdad, porque no es rico y famoso".
¿Alguien puede explicarme porque las cosas brillantes y geniales solo pueden ocurrirle a otras personas, lejos de nosotros y de nuestros amigos y familiares?
A veces pienso si esa gente tan "increíble" tiene familias y amigos, porque no me imagino la escena reconociendo que alguien puede hacer cosas brillantes. Pero en realidad, la escena es la misma que la que he dicho anteriormente, al menos en el momento de la brillantez, antes de que el dinero llegue, o el reconocimiento (a veces eso nunca llega, o llega después de la muerte del autor).
Lo único que cambia, es que ellos consiguen esas cosas que son lo único que importa a la gente, y con ello imagino que cierran muchas bocas y dejan de tener algunos amigos que no les apoyaron cuando lo necesitaban, y después si quieren decir que ellos salían de copas con "X" persona.
Esto me indigna bastante, pero es así y tenía que decirlo. Ahora que ya sabemos que pueden haber cosas importantes cerca, y que aunque cada día las tengamos delante, y parezcan algo más en nuestras vidas, no tenemos derecho a pasar de ellas.
Hoy he escrito esto porque como os decía al principio del texto, alguien que tengo ahí cada día me ha pedido algo que no se si está a mi alcance. Ese alguien es la Luna, y desea encontrarse algún dia con el sol. Dice que siempre que el sol se va, llega ella, y que los dos viven solos desde hace muchos años. Solo me pide unos minutos con él, para conocer al único que puede comprender por lo que está pasando.
Ahora yo debería pensar que es imposible que consiga eso, y que nadie a mi al rededor será capaz de lograr una hazaña de tal magnitud. Pero hoy quiero acabar con esa ignorancia, quiero crear un punto de vista positivo y motivador, porque creo que lo que faltan no son personas brillantes, sino gente que sepa darles una oportunidad.

Odysx


domingo, 16 de octubre de 2011

Locura

La locura es eso que te da cuando no estas triste, cuando todo va sobre ruedas, cuando estás eufórico.
No es lo que la gente piensa. Cuando matas personas, cuando te suicidas, cuando haces daño... No estas loco, eso es ser un asesino, un suicida o alguien que hace daño, pero no es ser un loco.
Diferenciemos de una vez esto para comprendernos mejor. Loco es el que reescribe la historia, el que intenta algo nuevo, el que cree en cosas que parecen ser imposibles. Loco es el que consigue apartarse de lo normal, de lo que todos hacen. Loco es simplemente el que disfruta de sus cosas sin interesarse en lo que otros opinen sobre ellas.
Por eso no debemos usar ese termino para gente indecente, porque los mayores genios de la historia de la humanidad si que eran locos, y gracias a esos locos hoy tenemos cientos de teorías cientificas que son útiles, miles de obras literarias que son milagrosas y otras tantas cosas realmente increíbles.
Yo hoy digo, viva los locos, y si eres uno de ellos, olvida la connotación negativa que tiene esa palabra, porque si eres un loco, eres especial y seguramente cambiarás el mundo.

sábado, 15 de octubre de 2011

Brevedad

A veces basta con una palabra, una imagen o un sonido para recordar algo. Me llama la atención la brevedad con la que percibimos las cosas y lo mucho que pueden significar.
Los sonidos están estrechamente asociados a momentos de nuestras vidas, a sentimientos que teníamos en el instante en que escuchábamos aquella canción, o al recuerdo del momento exacto en que la oíamos.
A mi me pasa con los puzzles. Mientras los hago, escucho música  después de meses si vuelvo a oír las canciones con las que trabaje el puzzle, enseguida mi cabeza asocia la canción con el puzzle en cuestión, de forma más que alucinante.
Todos hemos notado esa sensación de recordar o sentir cosas con solo ver una foto, oír una canción o simplemente un ruido pequeñísimo  como son por ejemplo los famosos avisos del móvil  del msn o ahora que estamos tan vinculados a ellas, de las redes sociales.
Hago una apreciación de esto hoy porque mientras subía un monte con la bici en mis cascos a sonado la música característica de un momento de mi vida, llevaba tiempo sin escucharla, porque llevaba tiempo sin "programar", pero al escucharla he recordado esas noches buscando código y procurando ordenarlo de manera que aquella web funcionara correctamente.
Los recuerdos suenan en nuestra cabeza, está es la muestra de ello. Cuando pasen los días  la música que escuchas ahora mismo te recordará aquellos momentos en que leías un blog poco famoso y muy peculiar...

viernes, 14 de octubre de 2011

Inventando el futuro


Hoy me he levantado con una idea en la cabeza. No ha ocurrido como en las películas, ni como en los libros. No lo he soñado y he despertado iluminado, eso sería demasiado fantasioso. Yo he puesto los pies en el suelo, buscando torpemente mis zapatillas hasta poder ponérmelas. Después he caminado hacia la cocina para desayunar algo, y finalmente he vuelto a mi cuarto para mirar el correo como cada mañana.
Hasta ahí, todo ha sido normal, pero enseguida mi cabeza se ha puesto a funcionar al 100 % y he diseñado mentalmente un futuro interesante. En ese futuro los niños no serían autómatas que hacen lo que el profesor manda hacer. No serían corderos sentados por filas mirando todos hacia el mismo lado y sin poder pensar en nada que no tenga que ver con las famosas matemáticas, la geografía y esas cosas tan poco útiles (por si solas). En mi cabeza los imagino aprendiendo de verdad, interesándose por lo que hacen, poniendo empeño en las cosas.
Parece raro decir eso de los niños, adolescentes, cuando hablamos de "estudiar"...¿Como?¿Quién ha dicho estudiar? No no no, eso no es lo que yo he dicho. Lo que yo propongo es aprender, pero no estudiando.
A día de hoy tenemos acceso a toda la información del planeta desde un buscador, que todos conocemos y usamos. ¿Para que queremos que nuestros chavales llenen sus cabezas de sandeces estudiando horas y horas para memorizar cosas que son fácilmente consultables? Dejemos de obligarlos a ello, permitamos que por fin aprendan algo y no memoricen más.
La clave está en conocernos mejor, si nos fijamos en las personas, no son un grupo homogéneo, no son masas de gente, aunque estemos empeñados en que lo sean. Somos individuos distintos, tenemos pensamientos distintos, intereses distintos. No somos vacas, pero nuestro sistema educativo nos trata como tal.
¿Como es posible que a todo el mundo se le intente enseñar lo mismo y de la misma forma?
Yo creo que ya está bien, esa época ya paso, ahora los niños necesitan evolucionar igual que lo hace la tecnología y todo lo demás. Sus cabezas tienen mucho más que aprender, y no se lo estamos permitiendo. Censuramos la razón, la capacidad de búsqueda de información, las capacidades de manejar trabajos en grupo. No paramos de censurar y censurar.
Porque no enseñamos cosas que de verdad serán útiles para la vida diaria. Por ejemplo. Por que no permitimos que para solucionar problemas, utilicen lo que en la vida van a tener. Un ordenador, internet. Ahí es donde choca lo racional con la estupidez. Si no creásemos aulas fantasiosas en las que no pueden existir libros, ni calculadoras, ni ordenadores, veríamos que estamos haciendo el tonto.
¿Los exámenes que hacemos ahora mismo tendrían algun sentido en la vida real? Imagina la típica pregunta de Geografía; Coloca los ríos de España en el mapa.
El niño saca su portátil, no, espera, mejor aún... El niño saca su Smartphone y pone en google, ríos de España, y en 0,17 segundos tenemos17.900.000 resultados, y además el primer enlace que vemos nos muestra 4 mapas de España
 con todos los ríos.
 Y no solo eso, además sabremos la longitud de cada uno, la altitud de cada una de sus partes,
 los pueblos y ciudades que cruzan, las historias que ocurrieron cerca de esos ríos, el porque de 
sus nombres, los animales y plantas que crecen a su alrededor e incluso la gente que está en ese
 momento nadando en él (Geolocalización otra vez). 
¿Entonces? ¿De que le sirve a ese chaval tirarse horas para memorizar eso con el peligro de 
olvidarlo en algún momento, si puede tenerlo en menos de 1 segundo?
Educación atrasada le llamo yo. Todo avanza rapidísimo, pero seguimos tratando a los jóvenes 
como idiotas, y luego queremos tener genios en la vida real, pero las cosas no se hacen por 
medio de milagros, las cosas se hacen poco a poco. 
Bueno, ahora coge a tus niños, ponles una cartera con 20 kilos de libros en la espalda y mándalos
 a pasar 6 horas cada mañana reunidos como un rebaño aprendiendo lo mismo que aprendías tu
 o incluso tus padres hace 60 años ;)


Odysx  

jueves, 13 de octubre de 2011

Tecnología

Un mundo distinto, ordenadores en los bolsillos, pantallas proyectadas en cualquier parte, satélites funcionando para nosotros. Ya tenemos todo con lo que soñaron nuestros abuelos, ahora les toca a nuestros padres soñar, en realidad este mundo aún es de ellos. Tenemos la extraña sensación de que todo está hecho, de que todo se ha inventado ya. Pero no es así, esa es la mentalidad que tenían nuestros abuelos cuando aparecieron las televisiones, las autovías y los coches con motor.
Hoy tenemos mucho más que eso, podemos saber cualquier cosa con solo preguntarla en un buscador, podemos hablar con gente de cualquier parte del mundo con solo pinchar sobre su foto y podemos dar a conocer nuestra posición exacta en un mapa mediante la geolocalización (ese invento que se está poniendo de moda).
Pero hay una razón por la que recuerdo todo esto, hay un motivo. Creo que ahora mismo pensamos que este es nuestro "mundo", lo que nosotros estamos viviendo. Pero no es así. Esto pertenece a nuestros mayores, es decir a los que conocieron las teles en blanco y negro como única opción, a los que contrataron internet para sus hijos. Ese es el punto que diferencia a una generación de la siguiente.
Por lo que tenemos que concienciarnos de una vez de que esto es el principio. Los ordenadores que conocemos, el famoso internet que creemos que es inmejorable, los diminutos aparatitos en los que guardamos todo tipo de archivos y los coches que alcanzan los 432 Km/h solo son el pasado.
Piensa los años que te quedan por delante, eso es lo que verdaderamente importa. Esos serán los años que marquen tu generación. Y esto solo significa, por tanto, una cosa. Nosotros somos el futuro, no nos unamos al grupo de nuestros padres, nosotros estamos más allá. Y tenemos la obligación de seguir avanzando, para lo cual primero tenemos que aceptar que todo está por hacer.
Ahora imagina de verdad lo que será revolucionario, contemplalo y hazlo posible, porque tu padre seguirá intentando mejorar lo que creó hace años y se olvidará de seguir creando otras cosas. Ese trabajo es tuyo, crear el futuro está en nuestra manos, y por supuesto perfeccionarlo también.
Mientras nosotros estemos enfrascados en mejorar el futuro, nuestros hijos ya estarán desarrollando uno mejor.

Odysx

miércoles, 12 de octubre de 2011

Sin preferencia clara

Normalmente cuando me pongo a escribir es para estar un rato largo, y vengo con una idea concreta, que luego a menudo se divide en muchas nuevas que van surgiendo sobre la marcha. Pero hoy no tengo una preferencia clara. Eso no quiere decir que no tenga ideas, yo creo que todo el mundo tiene miles de ideas, y que no todas son malas, solo que según el momento, pues nos apetece contar unas u otras. Mi problema es que no me decido por ninguna, y creo que es interesante escribir aun cuando no sabes de qué, porque eso te obliga a sacar cosas que a lo mejor no sacarías si estuvieras hablando del amor, o de la libertad. No sé, me parece que ir con una idea fija cuando se escribe es un error. No veo bien poner barreras a algo tan flexible. Con la escritura puedes crear lugares, criaturas, puedes ponerte en la piel de otros, o simplemente puedes contar como te ha ido el día. Es lo bonito de esto, que no tiene fin, ni estructura determinada. Podría empezar ahora mismo a contar historias seguidas que no tuvieran nada en común, y mi texto seguiría siendo totalmente válido. Incluso habría gente a quien le gustara la historia. 

Creo que de todo lo que se puede hacer en esta vida, escribir es lo más libre. Hablar se le acerca bastante, pero normalmente hablamos con alguien, lo cual ya nos hace ser conscientes de que se nos está escuchando. Y eso encauza nuestras palabras, filtra nuestras ideas y las transforma hasta acomodarlas a la persona con la que hablamos, ya sea por vergüenza, respeto, o cualquier otra razón. Sin embargo, al escribir, no escribes para alguien, al menos yo no lo hago. La gente que se dedica a esto es posible que si, pero yo solo escribo, con eso tengo suficiente. No pienso a quien quiero dirigir todo esto, ni la edad que tendrá, ni si será católico, si tendrá padres, nada me importa. Yo cuento cosas y las reflexiono, lo que hagan los demás con estas palabras es cosa suya. Cada uno se lo tomará de una forma, de eso estoy más que seguro, pero mi objetivo no es dictar normas, ni enseñar un camino. Mi intención es demostrar que hay caminos, algunos por andar aún, y que si no los cruzamos y vamos siempre por los mismos senderos, nunca encontraremos cosas nuevas, y esos caminos terminaran en el olvido, llenos de matorrales secos.


Piensa. Sobre lo que quieras, en el lugar que quieras. Solo, acompañado, eso da igual. Tu solo piensa, y si puedes, cuenta lo que te pasa por la cabeza. A miles de personas no les servirá de nada lo que has escrito, y a otras miles ni siquiera les importará, pero date cuenta de que con que a solo una persona le valga de algo, habrá merecido la pena.

Hermosa

Bonita textura. desde lejos se observa que es suave, sus rizos adornan su aspecto hermoso, y enmascaran el peligro que supone confiarse frente a ella al tratarla a menudo.
Mirarla es sentirla, y sentirla es querer tenerla para siempre. Pero no es mía, no puedo conseguirla. Ella está comprometida con el cielo. Ambos se juntan en el horizonte, fundiéndose en uno solo.
No hay quien sepa manejarla, ni quien muera sin notarla con sus labios. Todos la necesitan, y yo no soy menos, aunque solo pueda observarla.
Tocarla es posible, pero prefiero mirarla desde el otro lado de este cristal enmarcado de azul, sin dejar que ella sepa de mi presencia.

Texto = Idea

Yo no escribo por una razón, yo razono escribiendo. Me sirve para oírme pensar, y ver mis ideas desde fuera. No siempre en constante evolución.
Aquí ya no se mueven, por fin están lejos de mi, lejos de mi insistencia en perfeccionarlas cada vez más. Son libres, son ellas, y no dependen de lo que me pase mañana; de lo que oiga en la panadería, o lo que lea en cualquier libro o periódico.
!Ya está¡ se acabo el preocuparse de ella, el completar sus ramas y cerrar sus puertas para verla clara, para entenderla, y para que este correcta. Hoy me limito a dejar que de una vez por todas se independice, aprenda a enseñar, sin mi ayuda, viajando por si sola.
Ahora todo será diferente. Nadie podrá leer este texto sin preguntarse si las ideas son ideas con solo tenerlas en la cabeza, o se convierten en eso al compartirlas.
Porque date cuenta, de que una idea tiene una forma y una estructura precisas únicamente cuando la compartes con alguien. Y es curioso, porque solo tiene esas limitaciones en el transcurso desde tu mente, a la de esa otra persona. En ese camino, es la idea en si misma, sin ataduras, sin estar sujeta a otras cosas.
Mientras siga en tu cabeza, no podrá tener una forma definida, y cuando llegue a otra cabeza distinta, tampoco.
Eso quiere decir que en mi cabeza, esto que estoy diciendo es mucho más amplio de lo que tu estas leyendo, ocupa mucho más que unas lineas de texto. Y cuando termines de leerlo, en tu cabeza ya estará cambiando, creciendo, cogiendo otro camino, otro sendero distinto al mio y al del texto en si mismo.
Lo cual convierte este conjunto de palabras en una idea, a mi en un pensador, y a ti en otro.

martes, 11 de octubre de 2011

Mirando desde arriba

Sale el sol, amanece un día nuevo. El cielo está despejado y el viento sopla levemente. Levanto la mirada y veo piedras, rocas gigantescas y pesadas que me pertenecen, que están ahí porque mis antepasados pidieron que lo estuvieran. 

No comprendo por qué, pero nada me importa, soy dueño y señor de miles de hectáreas de terreno, pero eso no me dice nada. Lo que intento es saber porque estoy hoy aquí, en esta cama cómoda, con sabanas limpias y el desayuno esperando abajo sobre una mesa que nunca he necesitado, porque vivo solo, y mide más que la cama. Con gente que daría la vida por mí en las murallas vigilando. Gente que despierta cada día con el objetivo de que yo y mi castillo sigamos aquí mañana, sin importar su propia vida.
No entiendo las cosas, no sé que tengo yo de especial, no sé por qué si soy el más rico no sé hacer nada. No sirvo para nada, cualquiera podría dormir en esta cama y comer en mi mesa, sin necesidad de saber nada. Pero soy yo el que lo hace. La gente me envidia, cuando en realidad son ellos los que de verdad son importantes. Los que me hacen los cuadros son ellos, los que hacen mis maquinas de guerra son ellos. Las lanzas que llevan mis hombres las han hecho los herreros, y la leche que llega a mi mesa viene de lejos, sacada de granjas en las que trabajan otros. Los caballos que monto son domados por otros, la leña de mi hoguera la talan otros, y hasta las piedras con las que está hecho mi castillo, que es mi hogar, las pusieron ahí otros. Entonces, ¿dónde está mi grandeza? ¿Simplemente por ser el hijo de un conquistador merezco todo esto?

Sinceramente me defraudo a mí mismo, me siento vacio al pensar en mi vida. Yo no quiero ser el hijo de nadie, quiero ser algo importante, aunque sea solo para mí. 

Hoy lo veo claro, no sé hacer nada, por tanto no puedo ayudar en trabajos materiales, pero mi posición ha hecho que desde pequeño haya aprendido a leer y a escribir. Y eso es lo que pienso hacer, escribiré. Seré algo así como un cuenta cuentos, recorreré el mundo contando historias inventadas por mí mismo. Contare lo que pienso, daré ideas y aceptare ideas de otra gente que varíen las que yo tengo. Enseñare y aprenderé en todos los lugares, y divertiré a todo aquel que se preste a darme unos minutos de su tiempo. Y al final de cada actuación, les hare entender lo importantes que son cada uno de ellos, aunque no lo parezca. Porque a veces puede que duden de su importancia, pero son ellos los que lo hacen todo posible, no las figuras importantes de la historia, esos murieron siendo lo mismo que eran al nacer, y por tanto su paso por la vida fue en vano. En cambio, el que pone una piedra sobre otra, está dejando huella, como el médico que cura a otra persona y el ganadero que vende su carne a los pueblos vecinos. Ellos son lo que somos, porque sin ellos, no hay nosotros.

Trenes y más trenes


Trenes y más trenes, es lo único que escucho en mi cabeza. Hacen tanto ruido que no me dejan pensar con claridad, pero no puedo pararlos. Si paro esos trenes nadie llegara a donde debe llegar.
Mi pregunta es, ¿Por qué soy yo el que tiene que llevarlos? ¿No hay más trenes? Parece que todos están repostando, preparando su ingeniería para mejorar en el transporte, invirtiendo horas de mantenimiento para rodar durante más kilómetros y de una manera más eficiente.
Creo que se equivocan al pensar que es mejor primero preparar el tren y luego ponerlo en marcha. Necesitas algo más que herramientas y unos cuantos engranajes para conseguir llegar lejos, necesitas recorrer muchas vías antes de alcanzar tu verdadero camino, pero si estas en un garaje parado, no puedes estar haciéndolo.
¡Despierta! Estamos en el mundo real, aquí los trenes no pueden estar parados tanto tiempo, porque la gente tiene que ir de un lado a otro, no pueden esperar para siempre. Además, ten en cuenta que cuando tu tren esté listo, el mío llevara años transportando personas, y esas personas llevaran años confiando en mis trenes.
No hay forma suave de decir esto, porque las cosas no ocurren de forma suave, todo está en movimiento, no va a parar nada para que tú puedas prepararte. Los viajes llegaran, y tendrás que afrontarlos tengas como tengas tu tren, deja  de perder el tiempo y procura ser un buen maquinista y no depender tanto de la maquina.
Ahora es el momento de los trenes, hoy. Mañana no sé lo que tocara, por eso te recomiendo que dejes de prepararte tanto y salgas a la calle, porque si no, correrás el riesgo de sacar el mejor tren cuando ya solo se usen los aviones.
Y hay algo muy curioso, el peor de los aviones, siempre superará al mejor de los trenes.

Dudas


Tengo dudas cuando pienso, y ahora que estoy pensando me surge una; ¿a ellos no les pasa lo mismo? Me refiero a esos que me miran embobados, tratándome como a un loco, observando desde lejos por si muerdo…
No comprendo sus cerebros. No sé cómo llegaron a donde están, a ese punto de no retorno. A ese lugar donde solo importa un coche, una casa y un trabajo.  Allí donde los pensamientos carecen de sentido, y las ideas no son bien recibidas, incluso me atrevería a decir que son castigadas.
Es raro verlos sorprendidos, es raro que sean tan parecidos. ¿Por qué soy yo el diferente? ¿Por qué mi cabeza no se conforma con tan poco? No hago más que preguntarme una y otra vez, todo son dudas, inquietudes insatisfechas que esperan ser resueltas. Pero ellos no me ayudan, no hablan conmigo porque dicen que lo que digo son fantasías, dicen que mi cabeza no funciona correctamente, que está definitivamente cascada.
¿A ti te lo parece? ¿Piensas que lo que hay escrito en esa hoja son fantasías? Piénsalo… Y cuando lo hayas hecho, con suerte tendrás algunas preguntas, preguntas que yo ya me hice un día y por las que ahora tengo cinco minutos de visita, una celda acolchada y la última duda de mi vida: ¿Soy yo el loco, o ellos por no tener preguntas?